lunes, 15 de marzo de 2010

Stay Gold

1.
No encontré patas de conejo.
Pero encontré plumas de ganso para atar en mi cabello.
Tal vez así tenga suerte.
Suerte para no encontrarte,
suerte simplemente.
Tengo recuerdos de té, recuerdos de cafés.
Donde el humo sabía a jabón, y parecía que flotaba como burbujas.
Tengo recuerdos dorados, recuerdos que me cegaban.
Recuerdos que sabían a sol,
a miel,
a campos de tulipanes amarillos.
De esos que los sientes en tu lengua y cuando cierras los ojos los puedes tocar.
Los puedes saborear.
Los puedes oler.
Hueles el sol, con todo y sus rayos, hueles el cielo y sus nubes.
Recuestas tu cabeza en el pasto húmedo.
Y te vuelves ese sol.
Brillas como ese sol.
Dorado, dorado.

0 comentarios: